Me gustas cuando callas, porque estás como ausente; y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que los ojos se te hubieran volado, y parece que un beso te cerrara la boca. Como todas las cosas, estás llena de mi alma; emerges de las cosas, llena del alma mía. Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas cuando callas y estás como distante. Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza.
Déjame que me calle con el silencio tuyo... Déjame que te hable también con tu silencio;
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada. Y tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo...
Me gustas cuando callas porque estás como ausente. Distante y dolorosa,
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Pablo Neruda.