posted by Anne Kelk
Y es cuando te agarra, y te aferra a él. Y te besa sin parar, es entonces cuando sabes que más te está queriendo. Y te lo dice, repitiéndotelo una y otra vez. Te mira a los ojos, se ríe, te besa, y se vuelve a reír, regalándote esa sonrisa tan perfecta. Pero sin soltarte nunca de la cintura, obligándote por todos los medios a que le sientas contra tu pecho. Es cuando llega el momento de decir adiós, y él no te deja irte. Y te dice que te secuestraría, y que te llevaría con él hasta el fin del mundo, sólo para poder estar contigo un poquito más.
Sí, al fin y al cabo, soy de esas que tropiezan ochenta veces con la misma piedra. Sí, soy de esas que vuelven con alguien, aun sabiendo que les va a hacer daño. Sí, soy de esas que nunca pierde la esperanza, y que sigue esperandote"por si acaso vuelves", aunque siempre he sabido que nunca lo harías.
Popular Posts
-
Yo sabía, lo sabía desde aquella mañana que le vi. Iba con sus amigos y sus motos, cuando se quito el casco delante de aquel pub, le vi. Dio...
-
-
¿Sabes? Hay veces en las que te encuentras con alguien, alguien que no pensabas encontrar... Que conoces por casualidad... O por algo sin im...
-
"Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra m...
-
Extrañarlo demasiado. E...
-
PORQUE NUESTRA HISTORIA ES MUCHO MÁS BONITA QUE CUALQUIER GUIÓN DE JEUNET...
-
Si lo miras pensando en los momentos de ayer, en t odas nuestras palabras. En los besos qu e me diste, o en los que no me pudiste lle g a...
-
-
Querida distancia : Quería decirte que me rindo, tú ganas . Ya está, se acabó el juego, abandono. Me he cansado de intentar comerme todas t...
-
I just wish... that one day i'd wake up and everything would be better.
Y es cuando te agarra, y te aferra a él. Y te besa sin parar, es entonces cuando sabes que más te está queriendo. Y te lo dice, repitiéndotelo una y otra vez. Te mira a los ojos, se ríe, te besa, y se vuelve a reír, regalándote esa sonrisa tan perfecta. Pero sin soltarte nunca de la cintura, obligándote por todos los medios a que le sientas contra tu pecho. Es cuando llega el momento de decir 
